Usualmente acostumbramos a comprar frutas, hortalizas, aceites, cereales, raíces y tubérculos en los supermercados para nuestro consumo humano. Pero muchas veces desconocemos el proceso realizado para poder llevar este producto a nuestra mesa. Incluso no sabemos que dependiendo del proceso industrial que se aplique, puede variar el resultado y el destino que tendrán estos cultivos.
Es necesario conocer qué son los cultivos de Ciclo Corto y cómo está compuesta su estructura Vertical. En una entrevista realizada al Ing. Alejandro Anzola, experto en industrias agro de SofOS, pudimos conocer que los Cultivos de Ciclo Corto son todos aquellos cultivos cuyo ciclo de vida, es decir desde el momento que nacen hasta el momento que finiquitan su ciclo productivo, transcurren en menos de 365 días. Con la particularidad de que una vez obtenido el fruto existe la necesidad de volverlos a sembrar.
Dentro de los cultivos de ciclo corto hay diferentes tipos de agrupación, en función de lo que se desea obtener. No es prudente encasillar a un cultivo en un solo tipo de destino. Dentro del grupo de Cultivos de Ciclo Corto, podemos encontrar los cereales, que son básicamente fuente de energía. Las oleaginosas, productoras de aceite. Las hortalizas, que son cultivos propensos a altos niveles de inversión en su producción y de alto control por su naturaleza de ser altos acumuladores de agua, muy propensos al deterioro. Están las raíces y tubérculos, que son aquellos que se producen debajo de la tierra (Zanahoria, ocumo, papa, ñame) que tienen otras prácticas pero que al final vienen siendo englobados con el Cultivo de Ciclo Corto. Es decir, pudieran identificarse cuatro grupo: cereales, oleaginosas, hortalizas, y raíces y tubérculos.
Ya sabemos cuáles son los Cultivos de Ciclo Corto y en cuáles grupos se clasifican. Ahora bien, conozcamos cómo empieza y cómo culmina este ciclo de producción vegetal. Anzola asegura que primero debemos tomar en cuenta el tratamiento con proveedores y toda la logística de suministros, parte fundamental debido a que este tipo de actividades son de alto riesgo y la incertidumbre es alta de forma permanente durante todo el año. Una manera de minimizar el riesgo es teniendo fuertes relaciones con los proveedores de insumos para la producción, de modo que en oportunidad y en cantidad puedan empacar lo que requieren para establecer sin problemas el surtido.
Luego está el otro eslabón que es propiamente la actividad primaria, la cual consiste en la generación del alimento, del grano o del producto que se esté cultivando. Esta etapa comprende varias áreas.
Una es la adecuación del campo, también conocido como la preparación de tierra, que se orienta a la labranza de hacer que el suelo que está muy grueso esté en condiciones óptimas de recibir la siembra. Hay ciertos cuidados que se deben tomar en cuenta, como por ejemplo, evitar que los terrones aplasten a las plantas cuando están naciendo, supervisar que la cantidad de agua utilizada sea la indicada por vía del riego o de la lluvia, hacer un estudio que evalúe la deforestación porque no toda área agrícola naturalmente esta despoblada y siempre se encuentran árboles o vegetación natural que hay que remover. Todo este entorno de trabajo en el suelo para poder pensar en sembrar es un eslabón importante en la producción de estos cultivos.
Una vez que el suelo está listo, se tiene que proteger el establecimiento de cultivo. En el establecimiento de Cultivos de Ciclo Corto hay tres vertientes importantes. Una vertiente son los cultivos protegidos, que son aquellos cultivos de invernaderos que a veces llaman hidropónicos, que se caracterizan por tener ambientes controlados, donde prácticamente se aísla a la población vegetal de su entorno, bien sea por temperatura, por radiación, por plagas o por vientos para que no se vean afectados por esos elementos.
La otra vertiente son los cultivos no protegidos, son aquellos cultivos que están a plena exposición solar, donde el manejo que le da el ser humano a esa actividad agrícola, es la que influye determinantemente en el éxito o en el resultado esperado. Otro punto interesante de esta actividad, indistintamente se tenga un cultivo protegido o a pleno ambiente, es la necesidad de que si se va hacer una siembra directa se tenga una etapa transitoria que son las plántulas.
Posterior a todos estos procesos, es decir, luego de pasar por el tratamiento con proveedores y suministros, bien sea como compras-ventas simples o como alianzas estratégicas, después de la actividad primaria, de la adecuación del campo, del establecimiento del cultivo, y por último la razón de ser de todo esto que es la cosecha y recolección, pasamos al proceso de Post- Cosecha el cual consiste básicamente en la clasificación del producto (por tamaño, por color, por características, por calidad, por deterioro). Este proceso puede incluir la limpieza, que no es más que quitar la tierra y piedras que permitan dar una mejor impresión del cultivo, y la parafinación que va a evitar que el cultivo se deshidrate y pueda aguantar más tiempo en la cadena de transporte, sobre todo cuando son elementos de exportación. Dependiendo del caso adicionalmente se pueden hacer tratamientos químicos, cuando el producto que se está cosechando está destinado a ser semilla y no alimento de consumo humano.
Todo este tratamiento de Post- Cosecha va a depender de cual sea el pedido y acuerdo que haya tenido previamente el cliente con el agricultor, por lo que no es común que un agricultor decida sembrar una cosecha sin tener claro desde un principio quien será el comprador, en qué tiempo del año lo va hacer o qué destino tendrá el producto final. Es por ello que así como los proveedores y suministros son el primer eslabón de esta estructura vertical, el último seria el cliente, que a diferencia de otras industrias está involucrado en todo el proceso desde el inicio de la actividad.
Fuente:
Entrevista con el Ing. Alejandro Anzola, Especialista de Industrias Agro de SofOS